La iluminación es un aspecto clave en el éxito de todo acuario. Al contrario de una lógica inicial, el sol, estrella y fuente de energía luminosa común para todos los ecosistemas, no incide de igual modo en los diferentes ecosistemas acuáticos que podemos encontrar alrededor del globo. Ya sea por la latitud, la presencia de nubes, la profundidad, la turbidez del agua, pigmentos disueltos… Cada ecosistema luminodependiente ha evolucionado para adaptarse a las condiciones lumínicas que lo caracterizan y con ello los diferentes organismos que lo habitan. Es por ello que cuando tratamos de representar hábitats o mantener animales y plantas en un acuario tenemos tantas posibilidades de iluminación como exigencias de los seres que pretendemos dar cabida. Dada la complejidad que se nos presente, el ensayo y error de muchos años de experiencia manejando acuarios ha concluido en algunas pautas genéricas para poder iluminar nuestros acuarios de un modo aceptable.
En este artículo, desglosaremos los conceptos esenciales y las opciones disponibles en el mercado para que puedas tomar la mejor decisión para tu acuario.
Conceptos Básicos sobre la Luz en Acuarios
Para poder entender la iluminación de un acuario es imprescindible hablar de unos conceptos básicos manejados comúnmente en esta afición.
Radiación PAR (Photosynthetically Active Radiation):La luz visible tiene naturaleza de onda, al igual que las ondas de radio, los rayos X o las ondas del microondas que tenemos en la cocina. Lo que difiere la luz que vemos del resto es que esta puede ser captada por nuestros ojos. En si misma, la luz es una combinación de ondas de diferentes longitudes comprendidas entre los 400 nm y los 700 nm aproximadamente. Casi coincidentemente con la luz visible está la llamada radiación PAR, que es esa franja del espectro de radiación que utilizan los organismos fotosintéticos, como las zooxantelas en los corales, para realizar la fotosíntesis. Hay que señalar que la clorofila absorbe mejor la luz en las longitudes de onda azul (450 nm) y roja (700 nm), mientras que las bacterioclorofilas prefieren los 420 nm y 680 nm, algo a tener en cuenta cuando tenemos que elegir una iluminación destinada a plantas o organismos asociados con algas como es el caso de los corales.
Temperatura de Color (Grados Kelvin – K):
Cuando hablamos de grados kelvin de la luz hacemos referencia a la tonalidad de esta. Se trata del color que exhibe la luz. Por ejemplo y como espectros de referencia:
- 6500K: Luz blanca similar al sol al mediodía, ideal para acuarios de agua dulce pero menos usada en marinos.
- 10000K-20000K: Luz azulada, que simula la profundidad del mar y es la preferida para acuarios marinos.



A mayor profundidad en el océano, el agua filtra los tonos rojos, dejando predominar los azules, razón por la que los acuarios marinos utilizan luces con temperaturas de color más altas. Esta cuestión no solo es estética. El aparato fotosintético de plantas y corales han evolucionado para un mejor aprovechamiento de las radiaciones lumínicas más abundantes de su entorno.
Opciones de Iluminación existentes en el mercado:
En la actualidad existen muchas opciones para iluminar un acuarios si bien es cierto que es la tecnología led la que con diferencia va a la vanguardia. Sin embargo creo que merece la pena realizar un pequeño repaso de las diferentes tecnologías aun existentes:
1. Fluorescentes T5:
Esta tecnología es una evolución de los antiguos fluorescentes t8, que aun pueden encontrarse en algunos establecimientos. Económicos y fáciles de encontrar, disponemos de diferentes colores y espectros que nos ayudaran a cubrir todas las necesidades de iluminación de cualquier tipo de acuario. Existen fluorescentes T5 con temperaturas de color desde los 6000K hasta los 18000K. También existen fluorescentes que complementan y refuerzan franjas concretas del espectro luminoso, como los actínicos (realmente útiles en acuariofilia marina y de uso casi imprescindibles para alcanzar longitudes de onda azules y violetas más extremas), los purpuras (específicos para las franjas de mayor aprovechamiento de la clorofila), verdes… Pero no todo es maravilloso y es que la rápida degradación de sus espectros de emisión hace que un fluorescente T5 deba ser evaluado para su sustitución tras 6-8 meses de uso. En este tiempo y dependiendo de modelo y marca la calidad de la luz que emiten puede haberse visto seriamente afectada.
2. Fluorescentes Compactos (PL/S):
De tecnología similar a los T5, estas lamparas de bajo consumo fueron muy populares en su momento para pequeños acuarios de agua dulce y arrecife. Sin embargo la limitada variedad de espectros junto a la aparición de las primeras pantallas led hicieron que rápidamente se vieran desbancadas.
3. Halógenos Metálicos (HQI):
Las lámparas HQI o de Halógenos a Alta Presión, fueron sin lugar a dudas la opción reinante y casi exclusiva de ilumnacion para acuarios profundos o que requiriesen de potentes intensidades. Actualmente casi en des huso y habiéndose reducido enormemente la variedad de modelos y espectros que antaño iluminaban todo tipo de acuarios públicos y probados, esta tecnología aun se resiste a desaparecer por completo y es que sigue siendo una opción muy válida y más económica que las modernas pantallas y focos led. Poseen espectros de emoción muy rico y visualmente naturales con duraciones que llegan a superar el año de vida útil. Sin embargo, la alta generación de calor y consumo que se les atribuyen ha hecho que su popularidad haya decaído en la actualidad.
4. LEDs:

La tecnología LED ha llegado para quedarse. Las pantallas actuales ofrecen un sinfín de opciones, espectros y formas de iluminar, con ¿un menor consumo energético y producción de calor?, este tema de discusión sigue siendo muy recurrente entre los detractores del LED. Las pantallas más avanzadas permiten la simulación de tormentas, paso de nubes… algo que al menos visualmente resulta muy atractivo. A diferencia de las tecnologías anteriores, la durabilidad de la pantalla LED es superior a la vida media de las lámparas HQI y fluorescentes, pudiendo ser de varios años, lo que compensa el elevado costo inicial que implica la adquisición de uno de estos equipos. Sin embargo, estas pantallas aun distan de ser perfectas y el enrarecimiento visual que los LED otorgan a los acuarios hace que aún algunas personas prefieran usar tecnologías HQI o T5.
5. El Sol como fuente de luz directa:

Para muchos poder usar el sol como fuente de luz directa en su acuario es un sueño a alcanzar. Aunque el Sol no deja de ser la fuente de iluminación base de todos los ecosistemas acuáticos no debemos olvidar que plantas y corales no la reciben directamente tal y como llega a la superficie del planeta. Antes de ser captada por plantas y corales, la luz solar es filtrada y modulada por la propia columna de agua. No es la misma intensidad y espectro el que recibe una Echinodirus sp. a 5 m de profundidad en el Amazonas que una Acropora sp. a la misma profundidad y latitud en el Océano Pacífico, y tampoco se parece mucho esa iluminación a la que recibiría esa misma Acropora a 25 m de profundidad en el mismo punto geográfico. Y es que el poder de filtración lumínica del agua es realmente potente y notable. Hablaremos de él en próximos artículos. Todo ello sin mencionar la variación de la intensidad lumínica entre orto/ocaso y medio día, la estacionalidad anual o la diferencia entre latitudes. Si bien existen tecnología que nos permitirían canalizar la luz del sol directamente para nuestro acuario, es evidente que no se trata de una opción fácil de implementar y desgraciadamente llena de inconvenientes y desconocimientos específicos. Todo un reto para los aficionados más osados.
¿Cuánta Luz Necesita tu Acuario?
Existe la regla general que para un acuario exigente 1W por litro de agua (ejemplo: 200W de potencia de pantalla para 200 litros) es suficiente. Pudiendo rebajarse a 0,5 W/l para acuarios menos exigentes. Esta norma clásica y ampliamente aceptada se vio puesta en duda con la aparición de los LED y su aparente mayor eficiencia lumínica por W de potencia, sin embargo parece que con el tiempo estas proporciones están siendo revalidadas también para la tecnología LED. Como siempre, esto son referencias genéricas y una consulta en su comercio de confianza despejará muchas de las dudas que le puedan surgir.
- Tiempo de iluminación/ fotoperiodo:
El fotoperiodo, o tiempos de noche y oscuridad al que sometemos nuestro acuario, es un factor clave que condicionará directamente que crece, como crece y cuanto crece en nuestro acuario, hablando de organismo fotosintéticos. Al igual que comentábamos líneas arriba, una formula genérica podría ser fotoperiodos de 12 h de iluminación para tecnologías fluorescentes y LED frente a 8-9 horas de iluminación para tecnologías HQI.
En lo personal no estoy especialmente de acuerdo con ninguna de las formulas reflejadas y es que la iluminación es un aspecto bastante más complejo, determinante y condicionante que requeriría un estudio particular de cada caso. Como generalidades y orientaciones para el aficionado que comienza estas reglas pueden servir.
Un consejo importante es el usar programadores para simular ciclos naturales (amanecer, mediodía y atardecer) combinando luces actínicas y blancas. Esto reduce el estrés en los organismos y mejora la estética del acuario.
Conclusión
Elegir la iluminación adecuada depende del tamaño de tu acuario, los organismos que albergues y tu presupuesto. Los fluorescentes T5 y los HQI son excelentes opciones para acuarios medianos y grandes, mientras que los LEDs representan el futuro por su eficiencia. No olvides ajustar los tiempos de iluminación y mantener un buen programa de mantenimiento para garantizar un ecosistema saludable y vibrante
Nos vemos en próximos artículos.
Autor: Juan Jose Díaz Pavón